El cultivo de huerta y fruta menorquina es heredera del legado andalusí, y ha tenido un papel relevante en la gastronomía isleña, muy mediterránea, rica en vegetales y productos frescos de todo tipo. Un aspecto destacable de esta horticultura menorquina es el cultivo en “tierra seca” de la huerta de verano que aún mantienen algunos productores, especialmente en las tierras profundas y frescas de la tramontana, donde se cultivan variedades locales sin ningún tipo de riego.